El conflicto kurdo

El periódico Diagonal me ha encargado la realización de un reportaje sobre la actual situación de los kurdos. Pero el artículo tendrá una extensión concreta por lo que no todo el material que estoy recogiendo podrá ser reproducido. Así que aquí iré publicando las charlas y entrevistas mantenidas para documentarme y algunos otros textos que considere interesantes.

domingo, diciembre 11

Veysi Altay: 'Las reformas que el Gobierno prometió a los kurdos no se están llevando a la práctica'

Andrés Mourenza / Sinem Gülçiçek
ESTAMBUL

Veysi Altay es miembro del Consejo Directivo de la Asociación por los Derechos Humanos (IHD) en Estambul. Esta ONG trata, desde su fundación en 1986, diversos temas relacionados con los derechos de las minorías étnicas de Turquía y, en especial, los relacionados con el conflicto kurdo. En la entrevista, Altay manifiesta su desconfianza en las reformas que ha emprendido el Gobierno turco para garantizar los derechos de los kurdos. Aún así se muestra esperanzado de que Turquía consiga la adhesión a la Unión Europea para que, de esta manera, ‘se pueda hablar de las cosas importantes y avanzar en los derechos humanos’. También repasa la terrible situación social, sobretodo para las mujeres, que se vive en el sudeste.


En los últimos años se han aprobado en Turquía algunas leyes sobre las minorías étnicas con el objetivo de adaptarse a las convenciones de derechos humanos que ha suscrito este país y a los criterios de la Unión Europea. Pero, ¿se han llevado a la práctica?

Veysi Altay.- Sí, se han aprobado estas leyes pero el problema es que no se han puesto en práctica, sólo se han aprobado para cumplir los criterios de la UE.

Los activistas de derechos humanos, muchos de su asociación, han sido perseguidos por el Gobierno turco. ¿Cuál es la razón de esta presión?

V.A.- IHD trabaja en 27 temas entre los cuales se hallan los crímenes del Estado contra individuos, la quema de pueblos por parte del ejército… Estos crímenes los ha cometido el Estado y nosotros luchamos contra ellos pero el Estado quiere impedirlo.Es normal que lo haga, pero los métodos que ha empleado han sido muy crueles.

El 12 de agosto, el primer ministro, Recep Tayyip Erodgan afirmó que el problema kurdo puede arreglarse con más democracia. Estas declaraciones han sido calificadas de históricas. ¿Ha ayudado a mejorar las relaciones entre kurdos y turcos?

V.A.- Que el problema kurdo se arregla con más democracia es verdad, en este aspecto aceptamos lo dicho por Erdogan, pero el problema no acaba ahí. Es fácil darle un nombre al conflicto, pero anteriormente [el ex presidente] Demirel ya aceptó que existía el problema y, aún así, no avanzó. No nos parecen sinceros los pasos que ha dado el Estado.

Entre dos y tres millones de personas fueron forzadas a abandonar sus hogares durante los años más duros del conflicto (1984-1999). Ahora ha sido aprobada la Ley para la compensación de daños provocados por el terrorismo y por la luha contra el terrorismo. ¿Puede hacer una valoración de esta ley?

V.A.- Esta ley se aprobó por la presión de la Unión Europea. La gente que vivía en el sureste emigró obligada. Existen pueblos que el Estado quemó y destruyó completamente. Con esta ley se pretende ayudar a esta gente pero no es suficiente porque existen problemas que no se resuelven sólo con dinero, como la gente que ha perdido una pierna por las minas antipersonales o aquellos a los que han asesinado a sus familiares. El Estado tiene que pedir perdón.

Los kurdos son los más favorables de Turquía a la entrada en la UE (Según una encuesta difundida por la cadena NTV, en Diyarbakir los partidarios de la adhesión son el 82 por ciento de la población). ¿Se piensa que la Unión Europea puede ayudar a solucionar el conflicto?

V.A.- Para mí es positivo que Turquía entre en la UE porque así se podrá discutir más fácilmente de temas importantes. Turquía tiene que entrar en la Unión Europea porque así podrá avanzar en la cuestión de los derechos humanos. Los kurdos apoyan esta adhesión porque creen que así podrán conquistar más derechos.

Tuncer Bakirhan, el líder del Partido de la Democracia Popular (Dehap, pro-kurdo) se quejó de que la UE quiere reducir el tema kurdo a un problema derechos humanos pero también es político, económico…

V.A.- Cuando hablamos de derechos humanos también se incluyen los aspectos económicos, políticos, el derecho a la vida… como dice Bakirhan, el problema kurdo es económico y social. Para solucionarlo hay que cambiar la ley de partidos políticos y reducir la barrera electoral (diez por ciento). Este es el problema democrático.
Hoy, los kurdos no pueden estudiar en su lengua. En la televisión tan sólo hay media hora diaria de emisiones en kurdo en el canal público TRT3 y es a las seis de la mañana. Además únicamente se pueden ver documentales y noticias sobre Erdogan.
Se debe dar la posibilidad de que los políticos kurdos accedan al parlamento nacional y que los kurdos puedan estudiar en su lengua. Y, lo más importante, los militares deben dejar de intervenir en el poder civil.

Este verano el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) retomó la violencia, según ha dicho, por la lentitud de las reformas. Pero el 20 de agosto decretó una tregua que, a diferencia de las de los años 1993, 1995 y 1998, no fue reconocida por el Gobierno. ¿Cuáles han sido las consecuencias de estos sucesos?

V.A.- El PKK ha decretado varias treguas en los últimos años que provocaron un mejor ambiente para la resolución del conflicto. Pero el Estado no hizo nada y por eso el PKK ha vuelto a las armas de nuevo. El Estado ha tenido la posibilidad de resolver el conflicto y, sin embargo, la ha desaprovechado. El PKK quería una solución pero el Estado ha actuado como si no existiese el problema kurdo, han dicho que es, sólamente, un problema de terrorismo. Por ejemplo, no han mantenido reuniones con Öcalan [líder del PKK] desde hace seis meses y medio.

La Unión Europea ha ofrecido su ayuda a los líderes kurdos a cambio de que se alejen de Öcalan aunque, por ejemplo, el presidente del Parlamento Kurdo en el Exilio, Ali Yigit, ha respondido que los kurdos no renunciarán a Öcalan como su líder. ¿IHD que piensa de esto?

V.A.- El comportamiento de la UE no es justo. No se pueden poner condiciones a los derechos humanos ni se pueden ofrecer concesiones a cambio de condiciones. No se puede separar a Öcalan de la resolución del conflicto porque eso quiere decir no resolverlo. El pueblo kurdo sigue viendo a Öcalan como a su líder, por eso no pueden ser separados.

¿Puede dar alguna información más acerca de la situación carcelaria en que se encuentra el líder del PKK Abdullah Öcalan?

V.A.- Ahora está viviendo en condiciones infrahumanas, en la isla-prisión de Imrali. No puede hablar por telefóno ni dejan que su familia o abogados le visiten. Es como dejar morir a una persona.

En los últimos años han surgido, aparte del Dehap, nuevos partidos que defiende la causa kurda: el Movimiento Sociedad Democrática (DTH) de Leyla Zana, el Partido de los Derechos y las Libertades (Hak-Par) de Abdulmelik Firat… ¿Puede esto ayudar a normalizar la política turca y kurda?

V.A.- En democracia es normal que existan partidos con ideas diversas. Al Dehap quieren cerrarlo, pero ahora hay otros partidos. Aun así no se ha rebajado la barrera electoral y los kurdos no pueden estar representados. Esta barrera electoral, del diez por ciento, es un handicap para los kurdos. El Dehap ha ganado las elecciones en 57 ciudades pero no hay diálogo con él por lo que no tiene muchas posibilidades de actuacióna. Las personas que votan a los partidos que defienden la causa kurda deberían poder estar representados en el Parlamento.

¿Cómo es la situación en las localidades gobernadas por el Dehap?

V.A.- Las relaciones del Gobierno con los municipios gobernados por el Dehap es diferente de la que mantiene con los gobernados por otros partidos, por lo que los kurdos tienen menos posibilidades. Sería bueno que se hiciese una discriminación positiva con las ciudades gobernadas por el Dehap, dar más dinero, ofrecer mayores expectativas, porque partimos de una situación
en la que la gente que vive en esas ciudades tiene un menor nivel de vida que el resto desde hace mucho tiempo.

La zona kurda de Turquía recibe menos ayudas y esta empobrecida por quince años de conflicto ¿Cuál es la situación social?

V.A.- El mayor deseo de esta gente es vivir tranquilamente. Esto, en realidad, está mal, ya que no tendría porqué existir este deseo. Quieren expectativas decentes sin que tengan que morir por ello, quieren vivir en paz. Y después de esto quieren un mejor sistema de salud, de educación. En el sudeste hay 25.000 niños de la calle e ir a la universidad es casi imposible porque no llega la educación.
Además, la gente no quiere ir al sudeste. Los médicos o los profesores rechazan puestos de trabajo allá porque tienen miedo. Ya se vió en Semdinli donde pusieron una bomba en un lugar de trabajo. Por eso la gente no quiere ir a esas ciudades.

¿Y la situación de la mujer?

V.A.- Todavía se dan algunos casos de asesinatos por honor [jóvenes asesinadas por su familia porque consideran que han mantenido una relación no permisible], e incluso hasta hace unos años existían las leyes que rebajaban las condenas para este tipo de asesinatos. Pero esto no es sólamente un problema del sudeste, sino que es una de las características que permanecen de la sociedad feudal.

Versión traducida al español por Andrés Mourenza





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